La situación en los comedores y las cocinas era lamentable. Para la vajilla y la cubertería, por ejemplo, se empleaba el estaño, un metal que se oxida con facilidad. De manera que el envenenamiento y la narcolepsia no eran menos comunes que nuestros resfriados.
LA ROPA INTERIOR
Antiguamente los hombres vestían camisa y calzones cortos, cubiertos por una túnica, y calzado. Las mujeres vestían camisas (kamese), y sobre ellas se ponía la túnica, recogida en la cintura para facilitar sus movimientos.
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